Estamos continuamente aprendiendo ya sea en nuestro mundo profesional o cotidiano.
Pero cuanto realmente sabemos Que es aprender???
Autor: Gabriel Bozzolasco
“Cuéntase la historia de un rico granjero del siglo XVII que estaba intentando procurar un marido apropiado para su joven y hermosa hija. Entre otras virtudes el hombre deseaba que el supuesto joven fuese también un estudioso de la Biblia y versado en ella. Siendo así, solicitó dar una breve charla en el templo del pueblo con una especial intención: la persona que resolviese el problema cabalístico que él iba a presentar, sería considerado para ser el elegido.
Su presentación fascinó a los estudiantes presentes. Dado que ninguno de ellos supo encontrar la solución para el problema presentado, el granjero subió a su carruaje para dirigirse al templo de una próxima ciudad. Después de andar algunos metros escuchó unos apresurados pasos y observando fuera del carro reconoció a uno de los jóvenes alumnos corriendo con gran esfuerzo por alcanzarlo. Detuvo la marcha de los caballos y esperó que el joven llegara y recuperase el aliento.
—Entonces —dijo el hombre— ¿tienes acaso una respuesta para mi pregunta?
—No —respondió el joven—, pero necesito saber: ¿cuál es la respuesta?
Sonrió el granjero y agregó:
—Un joven como tú es a quien quiero considerar mi yerno.”
Cuando alguien dice «aprendí», ¿qué ha pasado? ¿Qué es aquello que requiere haber sucedido para que digamos «tal persona aprendió»? ¿Cuál es la «experiencia» necesaria que nos permite hablar de aprendizaje? En otras palabras, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de aprendizaje?
Supongamos que alguien dice «Tomás aprendió» ¿Qué es Lo primero que se nos presenta cuando esa persona dice eso? Lo primero que se nos presenta es el hecho que hay alguien observando algo, algo que lo lleva a decir que «Tomás aprendió». Hay en consecuencia un observador que al observar algo dice: «Tomás aprendió».
Lo primero que emerge es un observador. Como dicen Maturana y Varela, todo lo dicho es siempre dicho por alguien y ese alguien es un observador particular. Toda palabra siempre remite a un observador particular, a alguien que observa el acontecer de una particular manera. Por lo tanto, el aprendizaje emerge como tal, como aprendizaje, para un observador particular.
Así como hay un observador, el juicio de aprendizaje también requiere de alguien o de algo observado. Ese mismo alguien, puede ser el propio observador que se observa a sí mismo y dice « ¡Aprendí! ».
También los animales aprenden, los sistemas sociales aprenden. Un determinado equipo aprende, una determinada comunidad aprende. Incluso se trata de algo que podemos decir de ciertas máquinas que, disponiendo de mecanismos de retroalimentación, logran corregir su comportamiento y nos conducen a decir que aprendieron.
Es importante distinguir nuestras zonas de aprendizaje para saber donde nos encontramos y donde quisiéramos estar.
Debemos de movernos desde nuestra zona de confort hacia la zona de expansión , no llegando a la zona de páable. Otros observadores podrían no estar de acuerdo con que «aprendió»
¿Qué es aquello que requiere estar presente para que el juicio sea un juicio de aprendizaje y no simplemente un juicio de desempeño? ¿Qué debe haber sucedido en aquellas situaciones concretas que observamos para estar en condiciones de caracterizarlas con el juicio de aprendizaje?
Lo primero que observamos es que el juicio de aprendizaje requiere situarse en la temporalidad. Para decir que alguien aprendió requerimos estar comparando el presente con un determinado momento del pasado.
Al pasado lo llamaremos el momento A, al presente lo llamamos el momento B. Para que digamos que alguien aprendió algo requiere exhibirse en el momento B, algo que no se exhibía en el momento A. El aprendizaje es un fenómeno que tiene lugar en el tiempo y en el que se compara, se evalúan dos momentos distintos: A y B.
¿Qué es aquello que requiere haber sucedido para poder decir que en el presente (en el momento B), una determinada persona demuestra haber aprendido? Tiene que ser capaz de exhibir una determinada capacidad de acción efectiva que no lograba exhibir en el pasado (momento A). Sin que ello suceda, no podemos hablar de aprendizaje.
Podemos por lo tanto concluir en primera instancia que:
El aprendizaje es un juicio efectuado por un determinado observador, que al observar el actuar de una determinada entidad (entidad que puede ser él mismo), percibe la adquisición en el tiempo de una capacidad para actuar de manera efectiva, recurrente y autónoma.
Si ello se da, tenemos el fenómeno que designamos con la distinción de aprendizaje.
Ésta es una interpretación adecuada cuando se trata de la adquisición de habilidades. Nos sirve, por ejemplo, para hablar de la acción de conducir un vehículo, de resolver problemas de matemáticas, de hacer uso de determinas tecnologías de información, de aprender idiomas, etc.
¿Hay acaso aprendizajes que no necesariamente se expresan en la capacidad de acción?
Si los hay, y muy importantes , piensa algunos y compartirlos con nosotros que continuaremos juntos este camino de aprendizaje si me acompañas ...